Las pautas para
conseguir esa mejora técnica Individual requieren:
1.
Entrenar: Con un trabajo metódico y repetitivo de mecánica pura, para más
tarde entrar en el detalle, y consolidar lo aprendido con ejercicios de
aplicación en situaciones reales de juego.
2.
Jugar: Utilizando sistemas que permitan a los jugadores aplicar sus
capacidades técnicas y desarrollar su iniciativa personal.
Llama la atención a aquellos entrenadores que tratan de pasar a la técnica de
conjunto cuando aun los niños no dominan los fundamentos técnicos y no le
conceden la importancia que requiere esta etapa de enseñanza aprendizaje tan
necesario en nuestros deportistas que se inician en esta disciplina.
Por eso es muy
necesaria la metodología que se aplica a la hora de la enseñanza de los
fundamentos individuales.
·
Busca que tus ejercicios capten la atención y atraigan el interés del
grupo, consigue que los ejercicios sean dificultosos pero realizables,
así, por ejemplo,
puedo trabajar la técnica de bateo, fildeo de rolling, de fly, doble play etc,
siempre y cuando no se desvíe la atención en exceso del objetivo que queremos
trabajar ni se pierdan demasiadas repeticiones del mismo.
·
Intenta que el jugador esté mucho tiempo en contacto con el bate y la
pelota, pues el aprendizaje de movimientos con esos medios suele requerir de
más tiempo de práctica que el de movimientos sin los mismos.
·
Intenta que el jugador esté casi siempre en actividad física y mental.
No queremos “espectadores”. Crea situaciones de “tráfico” para hacer
ejercicios más reales,
·
Añade componentes de decisión cuando se haya alcanzado un cierto dominio
técnico, por ejemplo, el toque de bola, el robo de base , los tiros a
diferentes posiciones, los corridos de bases etc, evalúe la situación respecto
al defensor y pueda tomar una alternativa distinta a la de batear
·
Busca ejercicios imaginativos y cámbialos constantemente, de forma que
provoquen respuestas motrices nuevas.
Fomenta que tus jugadores “inventen” y hazles ver que te gusta que sea
así. No reprimas nunca su imaginación. .
·
Debes ser exigente con tus jugadores, pero también contigo mismo.
Intenta ser un modelo eficaz.
El jugador ejecutará mejor
aquello que ha visto hacer.
No basta con explicar un movimiento, es mejor que lo vean. Si no te
consideras un buen modelo, a lo mejor puedes probar con tu ayudante.
·
Debes ser paciente, dejar que tus jugadores se equivoquen y que mejoren
poco a poco.
No corrijas todo y en todo momento. Encuentra lo adecuado para corregir
(focalizar tu trabajo en uno o dos objetivos)
·
Establece expectativas realistas para cada jugador, practica una
enseñanza individualizada, pues cada jugador posee unas condiciones distintas.
Plantea objetivos individuales. No todo el mundo puede aprender lo mismo
ni responder de la misma forma ante un método para aprender.
Intenta conocer a tus jugadores y
descubrir la mejor forma de “llegarles”.
·
Siempre que sea posible, da instrucciones breves, fáciles de entender y
de forma amena, con el objeto de rentabilizar al máximo el tiempo de
entrenamiento.
·
Usa palabras estratégicas que el jugador reconozca y hagan que se centre
en un determinado aspecto.
·
Usa el tono de voz adecuado al momento. No siempre debe ser el mismo. Si
siempre chillas, el jugador se acostumbrará a ello y no responderá
adecuadamente cuando ese chillido sea necesario. Si siempre usa una entonación
baja, te resultará más difícil usar el tono de tu voz para relajar una
situación tensa.
·
Sé entusiasta, pues esto es algo que se contagia a los que te rodean. Si
eres y demuestras ser comprometido, te resultará más fácil conseguir el
compromiso en los que te rodean.
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