diseño de juegos modificados en función
de la intencionalidad
A nuestro
entender, el diseño de juegos modificados debe conjugar, al menos, cuatro
premisas:
1. La correcta
adaptación estructural del deporte adulto a las características psicomotrices y
motivacionales de los alumnos para crear más oportunidades de implicación en el
juego.
2. El establecimiento
apropiado de los objetivos didácticos prioritarios a tres niveles: cognitivo,
motriz (táctico-técnico) y afectivo.
3. La adecuación a las
posibilidades espacio-temporales y materiales disponibles para obtener el
máximo rendimiento.
4. Y el oportuno apoyo
en estrategias cognitivas para encauzar y estimular la búsqueda, teniendo en
cuenta que la simple propuesta del juego puede que no suscite interrogantes
tácticos o técnicos entre el alumnado.
No obstante, si bien
hemos encontrado que la técnica de indagación asociada a los juegos modificados
parece incidir positivamente sobre aspectos afectivo-motivacionales del
alumnado y en indicadores de compromiso motor durante las sesiones de Educación
Física (intensidad de trabajo y tiempo de práctica en la tarea), una
combinación adecuada de propuestas mediante búsqueda y de puntuales
intervenciones a través de instrucción directa podría influir favorablemente en
la toma de decisiones durante el juego y en la adquisición del conocimiento
declarativo (Méndez Giménez, 1999a).
Entendemos,
pues, que los recursos lúdicos que el profesor de Educación Física utiliza en
sus sesiones deben ir cargados de plena intencionalidad y no ser fruto de la
casualidad o el azar, lo que mermaría la potencialidad de los juegos y su
oportuna explotación didáctica.
Seguidamente,
nos centraremos en el diseño de juegos modificados entendidos como secuencias
lúdicas para grupos reducidos, que mantienen la esencia de los deportes de su
categoría, con escaso requerimiento técnico y de predominio táctico, y que
pretenden facilitar la comprensión de la lógica interna del juego (Devís y
Peiró, 1992).
Trataremos de determinar las variables
que componen las estructuras de los juegos deportivos de bate y carrera (móvil,
implementos, espacio, tiempo, jugadores y reglas esenciales) manipulándolas
para poder incidir en los tres tipos de objetivos que toda propuesta
situacional debe comprender:
1. objetivos motrices
(tácticos y técnicos),
2. objetivos cognitivos
(conocimiento de reglas, etc.) y
3. objetivos
psicoafectivos (asunción de valores sociales, igualdad entre géneros,
participación de los menos habilidosos, etc.)
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