Louis Díaz (2004) plantea: Para que un lanzador pueda tener
resultados debe tener:
adecuada mecánica de lanzar,
dominio absoluto de la zona
de pitcheo,
un buen repertorio,
una buena memoria,
previos conocimientos del
contrario al que se va enfrentar,
adecuado pensamiento
táctico,
una buena concentración.
Esta es una de las
posiciones claves para el juego, tanto que se plantea que el 75 por ciento de
probabilidades de ganar, estarán en las manos de los lanzadores de un equipo de
béisbol.
El desempeña la posición
defensiva más difícil del juego, ya que realiza un esfuerzo tanto físico como
mental en cada una de las situaciones tanto ofensivas como defensivas del
encuentro.
Acerca de cuáles son las
características que debe tener el jugador que se ubique en, esta posición.
Hidalgo (1999,1983), Louis (2004), Yaque
(2000), y Camacho (2001) coinciden en plantear que las principales cualidades
que debe poseer un buen lanzador son:
fortaleza muscular,
buena constitución física,
reserva de energía,
adecuada mecánica de los
movimientos,
pensamiento táctico
adecuado.
En los factores internos
están los que dependen de lanzador.
Constitución física: peso,
talla, desarrollo muscular, longitud de miembros superiores e inferiores,
diámetros de los huesos de los mismos, todos estos contribuyen al movimiento
complejo que es el lanzamiento, actuando como un complejo sistema de palancas.
·
Desarrollo
de las capacidades: coordinación, equilibrio, balance, fuerza explosiva,
·
Capacidades
cognoscitivas: concentración, la calidad y la velocidad para entender las soluciones, la originalidad de la
respuesta, la calidad y la velocidad en las correcciones, la calidad de la
anticipación.
·
En los
factores externos están: las condiciones atmosféricas en las que se desarrolla
el evento, la iluminación del campo deportivo, la calidad del implemento
deportivo.
Requisitos del lanzador de
beisbol.
Desafortunadamente
demasiados lanzadores en vías de desarrollo creen que la fuerza constituye el
factor fundamental para aumentar su velocidad.
La más reciente
investigación científica sobre el pitcheo disipa ese planteamiento como
un mito.
Lanzar no es una actividad
de fuerza al menos no es lo fundamental. Depende más bien de coordinar con acierto el trabajo
conjunto de las partes superior e inferior del cuerpo en una correcta mecánica
del pitcheo que también maximiza el control y reduce el riesgo de lesión si muchos
serpentineros no tiran más duro es porque toman una zancada corta y arrojan la
pelota demasiado corto cuando se trata de hacer lo contrario una zancada larga
permite transferir con eficacia toda la energía flexible contraída durante la
caída del pie delantero, mientras liberal el envío justo en el último momento
posibilita blandir el brazo como un látigo. (Louis, 2004)
Este autor considera que la
coordinación de movimiento unido a una buena estructura del mismo son los
elementos más importantes que influyen en un buen control de acuerdo a la
experiencia acumulada en el trabajo del beisbol en todos estos años,
la fase intermedia juega un
papel fundamental, pero lo determinante está en la fase final del movimiento,
en dependencia del ángulo de salida que tenga el lanzamiento.
Aunque todas las fases son
importantes en la estructura para lograr un movimiento coordinado y fluido que
permita realizar un lanzamiento potente y controlado dirigido al punto débil
del bateador
La velocidad de la pelota
es producto de las fuerzas desarrolladas por todas las partes del cuerpo y la
forma apropiada de utilizarlas a través de los mecanismos correctos.
La energía creada por el
movimiento y que se imparte a la pelota tiene que estar reunida en el cuerpo y
ser trasmitida desde los miembros inferiores a través del tronco, al brazo en
el período de tiempo más breve posible.
Para trasmitir la velocidad
a la pelota con un ángulo de salida óptimo el lanzador debe lograr el
adelantamiento de la parte baja del cuerpo y el retraso de la mano con la pelota
para aumentar el recorrido de la misma durante el lanzamiento.
Además una ejecución
adecuada requiere una buena coordinación de los movimientos,
un trabajo dinámico de los músculos y la
habilidad de dirigir los elementos del cuerpo y lograr sincronización entre
ellos.
Estos requisitos plantean
un conjunto de tareas a resolver en el proceso de la enseñanza según plantea el
entrenador de pitcheo del equipo nacional el profesor (Pedro Pérez, 1999).
No hay comentarios:
Publicar un comentario