Palabras claves: PSICOLOGIA/PREPARACION PSICOLOGICA/RESISTENCIA
Título: Psicología y deportes de resistencia
URL: http://www.atletisme.com/psicologia/RESISTENCIA1.HTML
Texto completo:
Psicología y deportes de resistencia
El deporte de competición es exigente.
La competición suele ser una situación límite para el atleta e implica estar al máximo de sus capacidades, tanto físicas como psicológicas. las presiones del entorno y las preocupaciones del atleta sobre el resultado de la competición, pueden hacer que no se encuentre suficientemente concentrado, haciendo que el rendimiento disminuya.
En los deportes de resistencia, hay una serie de aspectos psicológicos que pueden poner en peligro el rendimiento.
Entre estos encontramos el estado de ánimo, el exceso de ansiedad antes de competir, la falta de motivación y de autoconfianza, la falta de concentración, el exceso de preocupaciones y sufrimiento, y la falta de apoyo en carrera y de autocontrol emocional.
El estado de ánimo se ha de tener en cuenta, ya que los problemas de la vida diaria pueden disminuir la motivación y la concentración durante la competición.
La excesiva ansiedad y miedo a la competición hace que no se esté suficientemente preparado para afrontarla con garantías de éxito. Los músculos se ponen rígidos y los movimientos se fuerzan, aumentando la posibilidad de que la fatiga aparezca prematuramente.
La autoconfianza y la motivación del atleta ante la competición también son importantes. Un atleta que no tiene confianza en si mismo ni está suficientemente motivado nunca podrá dar el 100% de lo que es capaz.
Durante la realización de la prueba, la concentración y la motivación son muy importantes.
Éstas se pueden ver mermadas por aspectos como la fatiga, el dolor y el sufrimiento.
Debido a que las pruebas de resistencia requieren una movilización total de energía corporal, para realizarlas son muy importantes un alto nivel de determinación, la habilidad para ignorar el dolor, y otras características mentales que denotan persistencia y durabilidad.
El esfuerzo y la lucha contra la fatiga, el dolor y el sufrimiento son las características predominantes de los deportes de resistencia.
En la competición se pasan por muchas situaciones que pueden resultar amenazadoras para el atleta.
Entre estas encontramos: el ritmo elevado de la carrera, los dolores corporales (en piernas, brazos, estómago, etc.), la fatiga, las sensaciones de ahogo, las críticas del entrenador, de los compañeros, el miedo al fracaso, etc.
Sino se tienen los recursos para afrontar estas amenazas el atleta no podrá rendir adecuadamente.
La fatiga física es uno de los aspectos más importantes que determina el resultado de la competición.
La fatiga física aparece al sobrepasarse el umbral anaeróbico.
El secreto de una buena competición consiste en conseguir un mayor rendimiento, sin sobrepasar este umbral.
En los momentos iniciales de la prueba esto es fácil, pero a medida que pasa el tiempo al intentar buscar la mejor posición o la mejor marca posible se sobrepasa. Como que el umbral anaeróbico limita el rendimiento, el objetivo es que este fenómeno suceda lo más tarde posible.
Diversos factores como la falta de atención; no querer perder el contacto con el grupo delantero o algún grupo de corredores; ponerse objetivos demasiado elevados y difíciles de conseguir; la ansiedad antes de competir y durante la competición; una autoconfianza excesiva; comentarios del entrenador o público; etc., pueden acelerar el proceso.
El tiempo que se puede aguantar una vez sobrepasado el umbral anaeróbico varía de unos atletas a otros.
La motivación es un de los factores más importantes en la determinación de la resistencia en esta situación.
Atletas bien entrenados y altamente motivados pueden resistir, al menos, 15 min., aunque la mayoría se han de parar después de 4 o 5 min.
Esta variabilidad pone de manifiesto lo importante que son los procesos psicológicos cuando el nivel de esfuerzo es considerable.
A este nivel de esfuerzo, los pensamientos se convierten en los determinantes de que el atleta siga luchando o se retire.
Los pensamientos se hacen más intensos a medida que aumenta el esfuerzo.
Antes de que el atleta abandone, primero se abandona con el pensamiento, y sólo después se deja de correr.
En esta situación, los pensamientos se vuelven ambivalentes y oscilan entre la duda y la esperanza.
La lucha por resistir se realiza a través de ellos; si se tiene la capacidad psicológica para regularlos en el sentido de poder resistir con esperanza de éxito, se dispone de la habilidad fundamental para superar estas situaciones.
Viendo los aspectos anteriores, el objetivo final de la Psicología del deporte es dotar al atleta de recursos por hacer frente a las demandes psicológicas derivadas de la competición y el entrenamiento, para que el atleta consiga aumentar su rendimiento y disfrutar más de su actividad deportiva.
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