Psicodiagnóstico Inicial del Deportista se emplean los instrumentos siguientes:
a) Entrevista a los deportistas y entrenador.
b) Escalas cortas de los Motivos Deportivos, de D. S. Butt. (6,7).
c) Método de los 10 Deseos, de D. González Serra. (8).
d) Escala de Autovaloración de las Cualidades Personales del deportista.
e) Test de Razonamiento, de J. C. Raven. (9).
f) Guía de Observación Dirigida para el entrenamiento.
g) Inventario de Personalidad, de H. J. Eysenck. (10).
h) Test de estado de ánimo, de Mcnair y col. (11).
Junto a este procedimiento se emplean las pruebas experimentales siguientes:
1. Tiempo de Reacción Simple y Complejo.
2. Estimación de una señal en movimiento.
3. Campimetría.
4. Percepción de Profundidad.
5. Coordinación óculo manual.
En el transcurso de estos exámenes se obtienen datos preliminares de carácter general de la personalidad del deportista, de las propiedades fundamentales de su temperamento, el grado de desarrollo de sus cualidades deportivas personales, capacidades psicomotoras generales y habilidades intelectuales.
El psicólogo debe con estos datos obtener una respuesta aproximada de la persona que es el deportista en su actividad.
De ella se derivan un número de recomendaciones tendiente al aseguramiento del nivel de motivación adecuado para la práctica de la actividad, el desarrollo de medios de influencia psicológico dirigidos a mejorar los mecanismos de autocontrol y regulación del comportamiento de los deportistas y se traza un derrotero de las acciones para erradicar las posibles insuficiencias en el perfil deportivo de cada participante.
En verdad, toda la información psicológica recopilada en el transcurso del control y sus recomendaciones debe especificarse y revisarse cuidadosamente por el psicólogo y el entrenador.
La información recibida por el psicólogo en el proceso de investigación y de acuerdo con el entrenador debe comunicarse al deportista, bien en forma parcial o total, pero teniendo en consideración las posibles repercusiones en el estado del deportista.
Es necesario tener en cuenta que la confiabilidad de la información depende en gran parte de la interrelación psicólogo deportista.
La comprensión del significado que puede tener para el deportista su participación en el control psicológico y los beneficios que puede arrojar a su preparación deportiva debe hacerse patente.
También las circunstancias de aplicación de los instrumentos, complejidad y atracción tienden a influir en la actitud del deportista frente a las pruebas.
El control psicológico a mediano plazo, se encuentra delimitado dentro de cada uno de los meso ciclos de preparación y va dirigido al conocimiento y valoración del estado de desarrollo de las cualidades técnico tácticas del deportista, sus aspectos psicológicos, disposición a rendir, nivel de aspiración y autocontrol en la actividad.
Se incluyen además, en caso de que se realice con un equipo deportivo, un conjunto de técnicas que permiten realizar una valoración de la dinámica psicosocial del equipo, su grado de cohesión, nivel de desarrollo alcanzado por el equipo, papel de los líderes principales y compatibilidad entre los miembros.
Los instrumentos empleados en esta etapa son los siguientes:
a) Escalas de autovaloración de las cualidades deportivas de los jugadores.
b) Test de tendencia orientadora de los motivos, de F. García Ucha. (12).
c) Evaluación del nivel de desarrollo de las relaciones entrenador deportista, de J. Hanin. (13).
d) Test de atmósfera del equipo, de J. Hanin. (14).
e) Valoración de la Cohesión del Equipo por el método de P. Gutiérrez. (15).
f) Estimación del tiempo de las acciones deportivas.
g) Valoración de las cualidades de la atención. Concentración, volumen, estabilidad y distribución. Empleo de la técnica, de D. Pauli. (16).
h) Análisis del producto de la actividad en el proceso de entrenamiento y en las competencias de preparación.
i) Test de volumen de conocimientos tácticos.
j) Valoración del pensamiento operativo.
Los datos del control psicológico en este nivel de la preparación permiten conocer en que forma se manifiestan las propiedades específicas de la personalidad del deportista, los parámetros psicológicos de la actividad, procesos de autocontrol, factores psicógenos negativos que tienen lugar en el entrenamiento y situaciones de competencias preliminares, dinámica de los objetivos de la motivación de los deportistas, etc.
Los resultados deben llevarnos a un balance más adecuado de los "acentos" a realizar en la planificación de las cargas de entrenamiento y las intervenciones psicológicas.
El control psicológico a corto plazo está vinculado a la unidad de entrenamiento, aquí ocurren los procesos más importantes del tránsito de la actividad a las transformaciones en el organismo y la psiquis del deportista.
La sistematización de los datos obtenidos en las sesiones de entrenamiento permite preveer la marcha del proceso de perfeccionamiento de las capacidades de los deportistas y sus respuestas psicológicas a la carga y constituyen la información significativa para el pronóstico de los rendimientos.
El control psicológico de la sesión de entrenamiento debe estar vinculado a los objetivos que se persiguen en la actividad y a sus exigencias psicológicas.
Por ejemplo, si el objetivo consiste en mejorar la precisión de la destreza en el manejo del balón, es necesario considerar las funciones de la atención, la concentración y estabilidad de la misma, la coordinación psicomotora, los procesos de interacción entre los jugadores y la disposición a rendir. Algunos aspectos tienen un carácter general y pueden ser empleados de manera independiente a los objetivos específicos de la sesión de entrenamiento, tal como el estado psicológico del deportista, grado de cansancio y recuperación, las reacciones emocionales y el grado de dificultad en la ejecución de las acciones. Aspectos estos que pueden ser valorados mediante entrevistas, escalas y registrando el testimonio de los deportistas.
Los instrumentos tienen un carácter muy operativo e incluyen casi todos los métodos de investigación de la Psicología del Deporte.
En nuestro caso hacemos un empleo profuso de la observación de la dinámica de las acciones del deportista, su valoración por el entrenador y un interrogatorio posterior de los resultados del trabajo deportivo.
Se emplean a la vez escalas para la autovaloración por parte del deportista del grado de cansancio, deseos de rendir, estado emocional y de salud.
La correlación estrecha de los datos con el resultado obtenido por el deportista en el cumplimiento de los objetivos de la actividad permite deducir cuales son los factores que en el orden psicológico están desempeñando un papel importante.
El dominio de las leyes pedagógicas involucradas en la preparación de los deportistas y la metodología del entrenamiento son aspectos que deben dominarse en esta labor.
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