Por Edwin "Kako" Vazquez - La Curva es un Lanzamiento Cientifco - Muchas veces el fanático que esta de espectador en un partido de "baseball" no se imagina el trabajo de cada bateador cuando se enfrenta a un lanzador que su mejor lanzamiento es la curva. Ahora, en realidad una curva se ve en forma de curva o sencillamente es solo una ilusión.
La mecánica de un lanzamiento que rompe es sin lugar a dudas un problema para los bateadores que muchas veces tratan de adivinar los envíos que posteriormente convierten en ponches o batazos inofensivos.
Muchos lanzadores de las mayores tienen en sus repertorios diferentes lanzamientos para cuidarse de eso bateadores "asesinos" que existen actualmente en las Grandes Ligas. Para analizar bien el lanzamiento de curva vamos a la Serie Mundial de 1996 entre los Bravos de Atlanta vs. los Yankees de Nueva York de nuestro Joe "calmita" Torre. Es el tercer juego de la Serie Mundial de 1996, los Bravos de Atlanta ya se han llevado los primeros dos juegos en el Bronx.
Si pueden derrotar a los Yankees aquí en el estadio Fulton, en Atlanta, tendrán una ventaja de 3 a 0 en la serie, la cual parecerá muy difícil de superar, y los Yankees colgarán la toalla hasta el siguiente año. Pero las cosas han ido del lado de los Yankees en este juego.
Si pueden derrotar a los Yankees aquí en el estadio Fulton, en Atlanta, tendrán una ventaja de 3 a 0 en la serie, la cual parecerá muy difícil de superar, y los Yankees colgarán la toalla hasta el siguiente año. Pero las cosas han ido del lado de los Yankees en este juego.
Un esfuerzo valiente del lanzador abridor David Cone, y un excelente apoyo de los relevistas Mariano Rivera, Graeme Lloyd, han mantenido a raya a los bates fuertes de los Bravos, y entrando en la parte de la novena, el marcador va 5-2 en favor de los Yankees mientras el relevista estrella John Wetterland sube al montículo para conducir el juego.
Wetterland es conocido por su bola rápida de 99 millas por hora, y no hay razón para que el primer bateador Javier López se distraiga con cualquier otra cosa, seguro, Weterland no le lanza a Javy López sino bolas velocísimas y éste lo único que puede hacer es batear una débil rola hacia Dereck Jeter, el campo corto.
Pero en su prisa por realizar la jugada se enreda con la bola y López queda embasado. Andrew "el señor sonrisa" Jones viene al plato. Jones un novato, se ha alimentado de los lanzamientos de los Yankees durante los dos primeros juegos de la serie, incluyendo un par de cuadrangulares.
Uno más aquí, y Atlanta está a sólo una carrera de distancia. Wetterland se agacha y lanza dos bolas hirviendo, Jones mira una bola rápida tras otra, logrando batear un par de "fouls" y recibir un par de bolas. Con la cuenta en dos strike y dos bolas, Jones se afinca para otra bola rápida mientras que Wetterland se prepara y ojea al corredor embasado, a casi 100 por hora, la bola rápida de Wetterland es capaz de llegar al plato en menos de un segundo.
Jones tendrá que comenzar a abanicar antes de que Wetterland suelte la bola si es que quiere tener siquiera un poco de esperanza de pegarle. Wetterland comienza el movimiento para lanzar, Jones comienza a abanicar su bate y abre más sus piernas. La bola es lanzada.
Pero espere amigo lectorrrrrr....Jones nota el giro de la bola, ve las costuras, oh noooooo, no es una bola rápida. Es una bola que rompe, Jones trata de contenerse, pero su pierna derecha ha comenzado a moverse.
Se retiene con fuerza y su rodilla se dobla en forma manifiesta, pero se detiene. No puede jalar el "gatillo". Su única esperanza es que el lanzamiento sea cantado bola. Strike, grita el umpire Tim Welk y Jones se queda con el madero al hombro mirando, tercer strike. Tal es la fueza en el béisbol del inesperado lanzamiento que rompe, especialmente cuando un lanzador de potencia como John Wetterland lo prepara con una bola rápida tras otra.
De hecho, en este juego, el siguiente bateador, Jeff Blauser, es puesto fuera con tres bolas rápidas seguidas y el bateador emergente Terry Pendleton batea una débil rola a segunda base para acabar el juego.
El saber que Wetterland puede lanzar en cualquier momento una bola que rompe, es un arma en sí misma. Desequilibra la coordinación del bateador e impide que éste simplemente le tome la medida a la bola rápida de un lanzador. El lanzamiento que rompe-curva, con dos dedos separados, slider y otras variantes-han estado presente desde que empezó el béisbol.
Pero nunca tantos lanzadores han arrojado tantos diferentes lanzamientos que rompen con tanta variedad como ahora. Pobre del bateador que debe decidir qué hacer con un lanzamiento realizado en menos de un segundo que le lleva a la bola dejar la mano del lanzador y alcanzar el área de bateo.
En un momento dado, un bateador podría esperar una bola rápida, pero sería capaz de ajustarse a un lanzamiento que rompe, que comienza su acercamiento a plato por el lado de afuera de la zona de "strike" y luego girara hacia adentro, o un lanzamiento similar que comenzara en la parte alta de la zona de strike y girara hacia abajo entrando en ella.
Actualmente, estos lanzamientos se mueven a la izquierda, a la derecha, hacia abajo, en diagonal y con variantes de todos los movimientos mencionados. Por años, las preguntas fueron si un lanzamiento que rompe realmente se curveaba o si era sólo una ilusión óptica, o incluso simplemente un asunto de trayectoria.
Pero ahora, con la disponibilidad de un sístema óptico computarizado basado en láser tal como el "Supervisión" ha sido comprobado que la bola realmente cambia su rumbo mientras se dirige hacia el plato.
Gran parte del movimiento de la bola es controlado por la forma en que es tomada y soltada. Estos lanzamientos cambiantes giran, lo que resulta de aplicar presión con los dedos a la bola y hacer latiguear la muñeca al soltarla.
Usted obtendrá un giro máximo al agarrar la bola profundamente dentro de los dedos de forma que e envuelvan completamente alrededor de la pelota, pero su pulgar debe estar relajado.
El otro elemento es un lanzamiento con un rompimiento rápido, tal como el "slider", es la velocidad. La clave aquí es mantenerse detrás de la bola hasta el último segundo posible, entonces aplicar la acción de la muñeca para el lanzamiento particular que éste usted haciendo. Si comienza a rotar su muñeca demasiado pronto en el lanzamiento, pierde velocidad y obtiene un giro más lento y sin energía.
Aunque no hay dos lanzadores que tengan exactamente el mismo estilo de lanzar, todos ellos se esfuerzan en lograr lanzamientos consistentes en términos de ángulo del brazo y en el punto en que se suelta la pelota. En conclusión los buenos bateadores dicen que pueden reconocer la bola curva cuando está a una distancia particular del plato.
Wetterland es conocido por su bola rápida de 99 millas por hora, y no hay razón para que el primer bateador Javier López se distraiga con cualquier otra cosa, seguro, Weterland no le lanza a Javy López sino bolas velocísimas y éste lo único que puede hacer es batear una débil rola hacia Dereck Jeter, el campo corto.
Pero en su prisa por realizar la jugada se enreda con la bola y López queda embasado. Andrew "el señor sonrisa" Jones viene al plato. Jones un novato, se ha alimentado de los lanzamientos de los Yankees durante los dos primeros juegos de la serie, incluyendo un par de cuadrangulares.
Uno más aquí, y Atlanta está a sólo una carrera de distancia. Wetterland se agacha y lanza dos bolas hirviendo, Jones mira una bola rápida tras otra, logrando batear un par de "fouls" y recibir un par de bolas. Con la cuenta en dos strike y dos bolas, Jones se afinca para otra bola rápida mientras que Wetterland se prepara y ojea al corredor embasado, a casi 100 por hora, la bola rápida de Wetterland es capaz de llegar al plato en menos de un segundo.
Jones tendrá que comenzar a abanicar antes de que Wetterland suelte la bola si es que quiere tener siquiera un poco de esperanza de pegarle. Wetterland comienza el movimiento para lanzar, Jones comienza a abanicar su bate y abre más sus piernas. La bola es lanzada.
Pero espere amigo lectorrrrrr....Jones nota el giro de la bola, ve las costuras, oh noooooo, no es una bola rápida. Es una bola que rompe, Jones trata de contenerse, pero su pierna derecha ha comenzado a moverse.
Se retiene con fuerza y su rodilla se dobla en forma manifiesta, pero se detiene. No puede jalar el "gatillo". Su única esperanza es que el lanzamiento sea cantado bola. Strike, grita el umpire Tim Welk y Jones se queda con el madero al hombro mirando, tercer strike. Tal es la fueza en el béisbol del inesperado lanzamiento que rompe, especialmente cuando un lanzador de potencia como John Wetterland lo prepara con una bola rápida tras otra.
De hecho, en este juego, el siguiente bateador, Jeff Blauser, es puesto fuera con tres bolas rápidas seguidas y el bateador emergente Terry Pendleton batea una débil rola a segunda base para acabar el juego.
El saber que Wetterland puede lanzar en cualquier momento una bola que rompe, es un arma en sí misma. Desequilibra la coordinación del bateador e impide que éste simplemente le tome la medida a la bola rápida de un lanzador. El lanzamiento que rompe-curva, con dos dedos separados, slider y otras variantes-han estado presente desde que empezó el béisbol.
Pero nunca tantos lanzadores han arrojado tantos diferentes lanzamientos que rompen con tanta variedad como ahora. Pobre del bateador que debe decidir qué hacer con un lanzamiento realizado en menos de un segundo que le lleva a la bola dejar la mano del lanzador y alcanzar el área de bateo.
En un momento dado, un bateador podría esperar una bola rápida, pero sería capaz de ajustarse a un lanzamiento que rompe, que comienza su acercamiento a plato por el lado de afuera de la zona de "strike" y luego girara hacia adentro, o un lanzamiento similar que comenzara en la parte alta de la zona de strike y girara hacia abajo entrando en ella.
Actualmente, estos lanzamientos se mueven a la izquierda, a la derecha, hacia abajo, en diagonal y con variantes de todos los movimientos mencionados. Por años, las preguntas fueron si un lanzamiento que rompe realmente se curveaba o si era sólo una ilusión óptica, o incluso simplemente un asunto de trayectoria.
Pero ahora, con la disponibilidad de un sístema óptico computarizado basado en láser tal como el "Supervisión" ha sido comprobado que la bola realmente cambia su rumbo mientras se dirige hacia el plato.
Gran parte del movimiento de la bola es controlado por la forma en que es tomada y soltada. Estos lanzamientos cambiantes giran, lo que resulta de aplicar presión con los dedos a la bola y hacer latiguear la muñeca al soltarla.
Usted obtendrá un giro máximo al agarrar la bola profundamente dentro de los dedos de forma que e envuelvan completamente alrededor de la pelota, pero su pulgar debe estar relajado.
El otro elemento es un lanzamiento con un rompimiento rápido, tal como el "slider", es la velocidad. La clave aquí es mantenerse detrás de la bola hasta el último segundo posible, entonces aplicar la acción de la muñeca para el lanzamiento particular que éste usted haciendo. Si comienza a rotar su muñeca demasiado pronto en el lanzamiento, pierde velocidad y obtiene un giro más lento y sin energía.
Aunque no hay dos lanzadores que tengan exactamente el mismo estilo de lanzar, todos ellos se esfuerzan en lograr lanzamientos consistentes en términos de ángulo del brazo y en el punto en que se suelta la pelota. En conclusión los buenos bateadores dicen que pueden reconocer la bola curva cuando está a una distancia particular del plato.
A usted lector que le guata el béisbol podrá comprobar todo esto si se sienta en las gradas que quedan detrás del plato, sino disfrute pues disfrute de su partido bebiendo cerveza comiendo de todo.
"SOLIAN DECIR QUE TED WILLIAMS PODIA DETECTAR UN LANZAMIENTO EXACTAMENTE AL SALIR DE LA MANO, PERO NO CREO QUE ALGUIEN PUEDA VERLO TAN RAPIDO".
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