El orden al bate de un equipo es o debe ser una ordenación cintífica de su potencia ofensiva para logarr la efectividad máxima en el ataque.
De ahí que debe dedicarse tiempo y pensamiento de a
la confección de una buena orden al bate.
Cualquiera que no tenga esa conjunción con el béisbol no puede hacerla. Hace falta conocer el béisbol y su técnica.
Hasta ciertos rudimentos de psicología que podrían tener ventajosa aplicación en la alineación ofensiva de los nueve titulares de un equipo.
Existen variados detalles esenciales que gobiernan la adjudicación de los distintos turnos en el orden al bate. Por ejemplo, el primer bate ser uno de muy buena vista y mucha calma, que pueda serenamente disciminar entre los lanzamientos buenos y los malos.
Debe ser ligero de piernas y bastante consistente bateando, ya que el objetivo principal es el de llegar a base. La estatura baja aumenta la dificultad para pasarle lanzamientos controlados a ese bateador.
La primicia, que es siempre ambicionada por toda persona en todos los órdenes de la vida, es poco deseable en lo que respecta al orden al carnet de ataque.
Ello se debe a que el turno iniciar interfiere hasta cierto punto con la efectividad y consistencia del bateo por dos razones: la primera, por tener el primer bateador que trabajar hasta el límite al lanzador, a los fines de lograr su objetivo, de embasarse mediante boleto gratis a la inicial o en su defecto, lograr un batazo en circunstancias apremiante como lo son el conteo de 2 y 2 dos, de 3 y 2.
La segunda, por tener que enfrentarse al lanzador por lo general, sin corredores en base, por lo que éste, sin esta preocupación que le distrae la atención, puede concentrarse mejor en el bateador y usar, por añadidura, todos los movimientos preliminares por que el primer bateador se enfrenta más al al lanzador que ningún otro bateador y esto también contribuye arestarle puntos en su promedio.
El segundo bateador debe ser astuto y de reacción mental rápida. Debe saber ejecutar el toque o plancha efectivamente y conocer las situaciones del juego.
En esta posición al bate es preferible un bateador que lo haga constantemente hacia la banda derecha del parque por que de esa manera siempre adelantará los corredores de primera hasta tercera. Debe ser rápido de piernas, para que haga más dificil las dobles jugadas.
El grueso de la batería lo constituyen los incumbentes del tercer y cuarto turno al bate. Estos deben ser bateadores recios y de distancia, estos dos turnos corresponden a los dos mejores y más fuertes bateadores del equipo.
Deben ser verdaderos empujadores de carreras, el tercer bate debe ser más rápido y consistente que el cuarto.
El quinto bate debe ser también uno de distancia y su importancia no es igual a la de los bateadores tercero y cuarto, pero, no debe perderse de vista que en caso de ser embasado intencional el cuarto, se convertiría entonces en el limpia bases.
Los turnos sexto y séptimo tienen bastante correspondencia con los 1 y 2 por que son dos bateadores con igual habilidad para esperar y dar toques.
El mejor bateador de los dos debe ocupar la sexta posición en la orden al bate, ya que en ese turno hay má
s oportunidades para empujar carreras que el el primero.
Lo mismo entre dos bateadores con igual habilidad para colocar toques y hacer con efectividad la jugada de corrido y bateo, el menos rápido de los dos debe ocupar el séptimo turno. Los dos bateadores más flojos deben ocupar los dos últimos turnos, por lo ganeral el el receptor y el lanzador batean en esos turnos en el orden mencionado.
El orden al bate debe tener cierta estabilidad que garantice el acoplamiento, organización y combinación de destrezas ofensivas en un equipo, y tal cosa no podría lograrse a base de cambios frecuentes.
EDWIN KAKKO VAZQUEZ
ENTRENADOR DE BEISBOL
El orden al bate de un equipo es o debe ser una ordenación cintífica de su potencia ofensiva para logarr la efectividad máxima en el ataque. De ahí que debe dedicarse tiempo y pensamiento de a
confección de una buena orden al bate. Cualquiera que no tenga esa conjunción con el béisbol no puede hacerla. Hace falta conocer el béisbol y su técnica. Hasta ciertos rudimentos de psicología que podrían tener ventajosa aplicación en la alineación ofensiva de los nueve titulares de un equipo.
Existen variados detalles esenciales que gobiernan la adjudicación de los distintos turnos en el orden al bate. Por ejemplo, el primer bate ser uno de muy buena vista y mucha calma, que pueda serenamente disciminar entre los lanzamientos buenos y los malos. Debe ser ligero de piernas y bastante consistente bateando, ya que el objetivo principal es el de llegar a base. La estatura baja aumenta la dificultad para pasarle lanzamientos controlados a ese bateador.
La primicia, que es siempre ambicionada por toda persona en todos los órdenes de la vida, es poco deseable en lo que respecta al orden al carnet de ataque. Ello se debe a que el turno iniciar interfiere hasta cierto punto con la efectividad y consistencia del bateo por dos razones: la primera, por tener el primer bateador que trabajar hasta el límite al lanzador, a los fines de lograr su objetivo, de embasarse mediante boleto gratis a la inicial o en su defecto, lograr un batazo en circunstancias apremiante como lo son el conteo de 2 y 2 dos, de 3 y 2.
La segunda, por tener que enfrentarse al lanzador por lo general, sin corredores en base, por lo que éste, sin esta preocupación que le distrae la atención, puede concentrarse mejor en el bateador y usar, por añadidura, todos los movimientos preliminares por que el primer bateador se enfrenta más al al lanzador que ningún otro bateador y esto también contribuye arestarle puntos en su promedio.
El segundo bateador debe ser astuto y de reacción mental rápida. Debe saber ejecutar el toque o plancha efectivamente y conocer las situaciones del juego. En esta posición al bate es preferible un bateador que lo haga constantemente hacia la banda derecha del parque por que de esa manera siempre adelantará los corredores de primera hasta tercera. Debe ser rápido de piernas, para que haga más dificil las dobles jugadas. El grueso de la batería lo constituyen los incumbentes del tercer y cuarto turno al bate. Estos deben ser bateadores recios y de distancia, estos dos turnos corresponden a los dos mejores y más fuertes bateadores del equipo. Deben ser verdaderos empujadores de carreras, el tercer bate debe ser más rápido y consistente que el cuarto. El quinto bate debe ser también uno de distancia y su importancia no es igual a la de los bateadores tercero y cuarto, pero, no debe perderse de vista que en caso de ser embasado intencional el cuarto, se convertiría entonces en el limpia bases. Los turnos sexto y séptimo tienen bastante correspondencia con los 1 y 2 por que son dos bateadores con igual habilidad para esperar y dar toques. El mejor bateador de los dos debe ocupar la sexta posición en la orden al bate, ya que en ese turno hay más oportunidades para empujar carreras que el el primero. Lo mismo entre dos bateadores con igual habilidad para colocar toques y hacer con efectividad la jugada de corrido y bateo, el menos rápido de los dos debe ocupar el séptimo turno. Los dos bateadores más flojos deben ocupar los dos últimos turnos, por lo ganeral el el receptor y el lanzador batean en esos turnos en el orden mencionado. El orden al bate debe tener cierta estabilidad que garantice el acoplamiento, organización y combinación de destrezas ofensivas en un equipo, y tal cosa no podría lograrse a base de cambios frecuentes. EDWIN KAKKO VAZQUEZ
ENTRENADOR DE BEISBOL
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